México, 5 jul (PL) Los mexicanos dependen hoy cada vez más de las importaciones para abastecerse del maíz, componente básico en la dieta nacional, aunque ello pudiera comenzar a cambiar con el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sin maíz no hay tacos ni pozoles, entre otros platos tan demandados aquí.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 35 por ciento del consumo del maíz en México proviene de importaciones, sobre todo desde Estados Unidos.
Esta dependencia era de apenas el dos por ciento en 1992, poco antes de que se firmara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), por el que millones de pequeños productores nacionales se vieron en desventaja ante el vecino norteño.
Para diversos analistas y actores políticos ello representa una ausencia de soberanía alimentaria, aunque otros lo interpretan como el resultado de la integración de la economía a los mercados mundiales.
Al respecto el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, propone en su Plan de Nación 2018-2024 fortalecer la producción nacional, el mercado interno y apoyar a los pequeños y medianos productores del campo.
Tratar de consumir lo más posible lo que producimos aquí, ha dicho.